Lo de Almudévar-Biscarrués es flipante. Me equivoqué al pensar que mi capacidad de “asombro técnico” había alcanzado su cota máxima en otoño de 2015, cuando estudié el proyecto del embalse de Almudévar (cuyas mejores jugadas resumo aquí).
En este texto vamos a ver qué servicio daría el embalse de Biscarrués a Riegos del Alto Aragón. Para ello tenemos que ir al Apéndice nº 1 del Anejo nº 7, que se titula “Cálculo de los caudales derivables hacia Riegos del
Alto Aragón con el embalse de Biscarrués como laminador de avenidas”. Como su
propio nombre indica, en este apéndice se calcula la cantidad de agua que se
podría “capturar” gracias al embalse de Biscarrués.
Hagamos antes un inciso para recordar que el río Gállego, como tantos otros, se encuentra ya fuertemente esquilmado, de manera que ya no se puede extraer mucha más agua de él. En la figura siguiente se observan las aportaciones anuales a lo largo de las últimas décadas en la estación de aforos 9012, en Ardisa, justo después de la captación de Riegos del Alto Aragón.
Hagamos antes un inciso para recordar que el río Gállego, como tantos otros, se encuentra ya fuertemente esquilmado, de manera que ya no se puede extraer mucha más agua de él. En la figura siguiente se observan las aportaciones anuales a lo largo de las últimas décadas en la estación de aforos 9012, en Ardisa, justo después de la captación de Riegos del Alto Aragón.
Aportaciones históricas del río Gállego en la estación de aforo de Ardisa, aguas abajo de la captación de Riegos del Alto Aragón.
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La tendencia decreciente en los caudales del río es inversamente
proporcional al crecimiento de Riegos del Alto Aragón, aunque hay que
señalar que los ríos cada vez llevan menos agua también por otros factores
(matorralizacion y aumento de las masas forestales, temperaturas en aumento…).
EL “PROBLEMA” DE RIEGOS DEL ALTO ARAGÓN
El “problema” de Riegos del Alto
Aragón es que algunas avenidas del Gállego no pueden ser captadas completamente
porque el canal de derivación de que disponen en la presa de Ardisa solamente puede
trasegar 90 m3/s (metros cúbicos de agua por segundo). De ellos,
unos 15 m3/s los turbinan en la central hidroeléctrica de
Valdespartera y los devuelven al río, mientras que los restantes 75 m3/s
son conducidos por el Canal del Gállego durante siete kilómetros hasta el
embalse de La Sotonera, para dar servicio a Riegos del Alto Aragón.
Es decir, cuando en una avenida el caudal en el río Gállego es mayor que 90 m3/s, una parte del agua se escapa al control de Riegos del Alto Aragón y continúa río abajo. Riegos del Alto Aragón esgrime derechos históricos para poseer esas avenidas. Son unos derechos históricos otorgados por Alfonso XIII en 1915, y ratificados posteriormente. Desde Riegos del Alto Aragón, se considera imprescindible la posesión de tales avenidas para continuar con sus planes de expansión del regadío.
Pero esos derechos históricos se concedieron en unas circunstancias sociales, económicas y ambientales muy, pero que muy, diferentes de las actuales, de manera que la expansión del regadío ya no tiene el mismo sentido que ataño, si es que ahora tiene alguno. De hecho, por la propia supervivencia de Riegos del Alto Aragón, los derechos históricos a la expansión del regadío bien podrían ser compensados de alguna manera más acorde con la coyuntura actual.
Es decir, cuando en una avenida el caudal en el río Gállego es mayor que 90 m3/s, una parte del agua se escapa al control de Riegos del Alto Aragón y continúa río abajo. Riegos del Alto Aragón esgrime derechos históricos para poseer esas avenidas. Son unos derechos históricos otorgados por Alfonso XIII en 1915, y ratificados posteriormente. Desde Riegos del Alto Aragón, se considera imprescindible la posesión de tales avenidas para continuar con sus planes de expansión del regadío.
Pero esos derechos históricos se concedieron en unas circunstancias sociales, económicas y ambientales muy, pero que muy, diferentes de las actuales, de manera que la expansión del regadío ya no tiene el mismo sentido que ataño, si es que ahora tiene alguno. De hecho, por la propia supervivencia de Riegos del Alto Aragón, los derechos históricos a la expansión del regadío bien podrían ser compensados de alguna manera más acorde con la coyuntura actual.
SOLUCIONES SENCILLAS Y SOLUCIONES COMPLEJAS
En cualquier caso, una sencilla
solución al problema que tiene Riegos del Alto Aragón con las avenidas del río
Gállego consistiría en aumentar la capacidad de transporte del Canal del
Gállego, haciéndolo más grande o construyendo un nuevo canal en paralelo,
aunque esto supondría un nuevo impacto injustificado sobre el río Gállego. Es una solución que incluso un niño de
cinco años vería. Pero desde Riegos del Alto Aragón no se ve y se prefiere,
por razones que nadie explica, un embalse de regulación en el río Gállego que
les permita retener las avenidas para poder trasegarlas poco a poco. Estamos
hablando del embalse de Biscarrués, de cuyas importantes afecciones ambientales
y socioeconómicas no vamos a hablar aquí porque son sobradamente conocidas.
Así que el presidente de Riegos
del Alto Aragón, D. César Trillo Guardia, que no es ingeniero ni técnico
competente en la materia, se empeña en que se haga el embalse de Biscarrués, y
así se lo exige a los políticos de algunos partidos, con la fuerza que le da el
respaldo de sus comunidades de regantes de base. Los políticos, para lograr
votos, facilitan los trámites administrativos, mientras que los cuadros
técnicos de la administración o de las empresas adjudicatarias tratan de justificar
las más variopintas ocurrencias. Se genera simultáneamente un discurso abstracto
y generalista en el que no faltan las expresiones “desarrollo”, “progreso”,
“necesidad”, “futuro” y “Joaquín Costa”, la prensa oficial por su parte hace la
imprescindible labor propagandística y… ya está la rata en la lata. Se proyectan
las cosas y se hacen, y terminan costándonos varias veces lo presupuestado, y
luego resulta que no sirven para nada o para casi nada, pero da igual, el
objetivo nunca fue que sirvieran para algo. Así funciona y todos lo sabemos. Por alguna extraña razón, me
vienen a la cabeza otros embalses, algunos aeropuertos, ciertas infraestructuras
ferroviarias, unas cuantas autopistas…
Ya que hemos nombrado a Joaquín
Costa, digamos aquí que si este humanista bienintencionado levantara la cabeza se mostraría
avergonzado de cómo se ha pervertido su discurso en las últimas décadas.
Seguramente diría algo así como: “Ya no veo necesidad, ahora solo veo ambición
y corrupción”. No olvidemos que los costistas de su época se opusieron
firmemente al embalse de Barasona en 1919, por las afecciones socioeconómicas
que provocaba (periódico El Ribagorzano, 29/05/1919 – gracias, Ángel Gayúbar).
PERO… ¿DE CUÁNTA AGUA ESTAMOS HABLANDO?
Para ver cuánta agua se podría
captar cada año gracias al embalse de Biscarrués, o gracias a la ampliación del
Canal del Gállego, el mencionado Apéndice nº1 del Anejo nº 7 examina las series
históricas de datos de caudales diarios medidos en la estación de aforo de
Santa Eulalia de Gállego, entre los años 1944 y 2011. En este periodo, se buscan
los días en los que el caudal excedió los 90 m3/s. El embalse de
Biscarrués podría haber retenido tales excesos, de manera que se puede calcular
año a año cuánta agua hubiera podido captar en total el embalse de Biscarrués
para el aprovechamiento de Riegos del Alto Aragón. El gráfico siguiente muestra
las cantidades…
Luego hablaremos de la línea roja del gráfico. Fijémonos ahora solo en los puntos azules, que representan los volúmenes anuales de agua del río Gállego que se les han escapado históricamente a Riegos del Alto Aragón, y que un embalse como el de Biscarrués podría haber capturado. Para estimar la ganancia que supondría la existencia del embalse de Biscarrués, el proyectista calcula la media de los valores que vemos en el gráfico, situándola en 37,18 hectómetros cúbicos anuales de agua. Su conclusión es que consecuentemente el embalse de Biscarrués permitiría derivar esos 37,18 hm3 anualmente en promedio. Con la misma serie de datos se calcula seguidamente la garantía de suministro del sistema regable y se calcula en qué medida aumentaría esa garantía de suministro gracias a los embalses de Biscarrués y Almudévar. La garantía de suministro se podría definir más o menos como el porcentaje de años en que el sistema podría funcionar correctamente, sin problemas serios de agua. Mucha atención porque hemos llegado al núcleo central del argumento principal en defensa del binomio Biscarrués-Almudévar: el aumento de la garantía de suministro. Los regantes de Riegos del Alto Aragón comprenden bien este concepto, y por eso algunos, no todos, defienden a capa y espada las nuevas regulaciones, porque saben lo importante que es tener una buena garantía de suministro, una buena garantía de poder regar a su antojo, sin restricciones de ningún tipo. Así que la garantía de suministro, el concepto que mueve todo el engranaje reivindicativo de Riegos del Alto Aragón, se ha calculado con la serie histórica de caudales entre 1944 y 2010. Ahora yo pregunto respetuosamente a todos los regantes de bien: ¿qué parecido guarda esa serie histórica de caudales derivables con los caudales derivables futuros que encontraremos en el río Gállego?
Volúmenes anuales de agua derivables por el embalse de Biscarrués, o por la ampliación del Canal del Gállego.
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Luego hablaremos de la línea roja del gráfico. Fijémonos ahora solo en los puntos azules, que representan los volúmenes anuales de agua del río Gállego que se les han escapado históricamente a Riegos del Alto Aragón, y que un embalse como el de Biscarrués podría haber capturado. Para estimar la ganancia que supondría la existencia del embalse de Biscarrués, el proyectista calcula la media de los valores que vemos en el gráfico, situándola en 37,18 hectómetros cúbicos anuales de agua. Su conclusión es que consecuentemente el embalse de Biscarrués permitiría derivar esos 37,18 hm3 anualmente en promedio. Con la misma serie de datos se calcula seguidamente la garantía de suministro del sistema regable y se calcula en qué medida aumentaría esa garantía de suministro gracias a los embalses de Biscarrués y Almudévar. La garantía de suministro se podría definir más o menos como el porcentaje de años en que el sistema podría funcionar correctamente, sin problemas serios de agua. Mucha atención porque hemos llegado al núcleo central del argumento principal en defensa del binomio Biscarrués-Almudévar: el aumento de la garantía de suministro. Los regantes de Riegos del Alto Aragón comprenden bien este concepto, y por eso algunos, no todos, defienden a capa y espada las nuevas regulaciones, porque saben lo importante que es tener una buena garantía de suministro, una buena garantía de poder regar a su antojo, sin restricciones de ningún tipo. Así que la garantía de suministro, el concepto que mueve todo el engranaje reivindicativo de Riegos del Alto Aragón, se ha calculado con la serie histórica de caudales entre 1944 y 2010. Ahora yo pregunto respetuosamente a todos los regantes de bien: ¿qué parecido guarda esa serie histórica de caudales derivables con los caudales derivables futuros que encontraremos en el río Gállego?
AQUÍ HAY GATO ENCERRADO
Miremos nuevamente el gráfico
superior, en particular la línea roja. Es la llamada línea de tendencia, el
resultado de un ajuste lineal de los datos por el llamado método de los mínimos
cuadrados. Los que vemos es que existe una tendencia claramente decreciente en
los volúmenes hipotéticamente derivables por el embalse de Biscarrués, de
manera que no se puede considerar el valor promedio de toda la serie como una estimación
de futuro, que es lo que hace erróneamente el proyectista. Si alguien me
presenta esa estimación en un proyecto fin de carrera, estando yo en el
tribunal, le pongo un cero. No es
honesto, es engañoso, es trampa. Los años 60 fueron extraordinariamente
húmedos y distorsionan demasiado la serie, no pueden tener tanto peso en el
cálculo de caudales derivables en el futuro. Además, no se han considerado los
efectos del cambio climático. Lo interesante, realista y significativo de esa
serie de datos es que desde 1970 hasta 2010 tenemos 16 años en los que el
embalse de Biscarrués no hubiera trabajado, como podemos comprobar en el
gráfico. Es decir, el embalse de
Biscarrués estaría cerca de la mitad de los años sin almacenar ni una sola gota
de agua. El promedio de caudales derivables en este periodo 1970-2010 estaría
20 hm3 anuales aproximadamente, lo cual sería una estimación mucho
más realista que los 37,18 hm3 del proyectista.
El cambio climático es un hecho,
ya está aquí, aunque en algunas estancias de la administración hidráulica aún
no se han enterado. Digo lo del cambio climático porque las aportaciones de los
ríos van a descender aún más en el futuro como consecuencia del calentamiento
global. Las previsiones oficiales para España anuncian un descenso importante
de las precipitaciones. Por otro lado, las mayores temperaturas, que han venido
para quedarse, implican una mayor evapotranspiración en las cuencas
hidrográficas. Todo ello conduce a que los ríos van a llevar aún menos agua. Un
equipo de científicos italianos y británicos (Water Resources Research Vol. 48)
estudió la repercusión del cambio climático en la cuenca del río Gállego,
prediciendo un descenso aproximado del 25% en la cantidad de agua que entraría
en La Sotonera, como consecuencia del descenso de caudales del río. Así que los
20 hm3 podrían bajar un 25%, quedándose en 16 hm3, situándonos
entonces en menos de la mitad de lo que estimaba
el proyecto del embalse de Biscarrués. Y no olvidemos que las mayores
temperaturas aumentan notablemente la evapotranspiración de los cultivos, con
lo cual se avecinan escenarios un tanto delicados, en los que los 16 hm3
que aportaría el embalse de Biscarrués serían bastante irrelevantes. Hay que
hilar así de fino, porque hay muchas
familias honradas de regantes que se juegan su futuro con estos números,
aunque al proyectista parece que le da igual.
Ya estamos terminando. Concluimos
que el embalse de Biscarrués estaría cerca de la mitad de los años
completamente seco, y su aportación promedio al sistema de Riegos del Alto
Aragón sería de 16 hm3. Si consideramos ahora que la capacidad útil
actual de almacenamiento de los embalses actualmente existentes de Riegos del
Alto Aragón es de 924,5 hm3 (suma de las capacidades útiles de los
embalses de Lanuza, Búbal, Ardisa, Sotonera, Mediano, El Grado), estamos
hablando de que el embalse de Biscarrués supondría un incremento del 1,7% en la
capacidad de regulación del sistema. Del mismo modo, el incremento en la
garantía de suministro resultaría residual, insignificante. He aquí, amigas y amigos, la gloriosa batalla
de Riegos del Alto Aragón: arruinar el Reino de los Mallos, arrasar la
dignidad de todo un territorio, destruir el valor ambiental, turístico,
paisajístico y atávico de un hermoso tramo de río… todo ello por conseguir un
1,7% de incremento en su capacidad de almacenamiento de agua, por conseguir un
aumento imperceptible en la garantía de suministro, que no se traduciría en
ningún incremento detectable en la producción agrícola. Cuando cuento estas
cosas a mis colegas extranjeros, no se lo creen. No hay que extrañarse de que
las personas normales que no tenemos intereses particulares ni en uno ni en
otro bando, nos pongamos del lado del territorio afectado. Porque el embalse de Biscarrués es una agresión gratuita, completamente
anacrónica y moralmente injustificable. Es dolor y destrucción a cambio de
nada.
OTROS ASUNTOS RELEVANTES
En todos los análisis del Anejo
nº 7 que estamos desgranando se parte de un apriorismo propio de
otra época: las demandas de agua no se cuestionan y la oferta debe
satisfacerlas a cualquier coste. En el proyecto se establecen en promedio una demanda de 9000 metros
cúbicos de agua por hectárea y año, sin considerar el hecho de que esta elevada demanda se puede disminuir con
poco esfuerzo y sin traumas. En cualquier caso, hay que señalar que Riegos
del Alto Aragón, si no se extiende más, tal vez pueda sobrevivir razonablemente
bien tal como está, siempre que existan unas administraciones públicas capaces
de seguir inyectándole dinero sistemáticamente, racionalizando algunas cosas,
sin perder el tiempo y la financiación pública en obras inviables e inútiles.
Preparándose desde ya para un futuro incierto, con menos agua y con más calor. Las
millonadas que cuestan determinadas infraestructuras inútiles se podrían gastar
mejor en ir sustituyendo los costosos bombeos eléctricos por tuberías de
presión natural, como hacen en otros sitios, por poner un ejemplo. Pero Riegos
del Alto Aragón ha decidido seguir con las inercias del siglo pasado y
extenderse inoportunamente, y eso podría conducirle a un colapso generalizado,
que pagaremos entre todos, claro.
Añado también que el
almacenamiento hiperanual, que también se esgrime como un argumento para
reclamar nuevas infraestructuras, es un canto de sirena que no se apoya en
ningún estudio técnico, carece de cualquier viabilidad. La palabra “hiperanual”
no aparece ni en el proyecto de Biscarrués ni en el de Almudévar (igual que no
aparece el término “cambio climático”), son proyectos concebidos con la vista
puesta en la ampliación del regadío, no en el afianzamiento del regadío actual.
Si a duras penas va a haber agua para salvar las campañas en la situación
actual, difícilmente habrá agua para guardar de un año para otro con el regadío
ampliado. No obstante, aceptemos que se podría llegar a salvar un año seco precedido
por algún año extraordinariamente húmedo gracias a un hipotético almacenamiento
hiperanual, aún descontando las cuantiosas pérdidas por evaporación de esta
estrategia. Pero ¿cada cuántos años podría suceder esta coincidencia? Nadie lo
sabe porque no hay estudios justificativos al respecto, pero sospecho que
sucedería cada demasiados años para que la operación saliera mínimamente rentable.
¿No sería más razonable contratar seguros de sequía, con ayuda pública si hace
falta, y ya está?
Y termino comentando que el
proyecto del embalse de Biscarrués, sorprendentemente, modifica el tipo de
presa respecto del anteproyecto sometido a evaluación ambiental. De presa de
materiales sueltos se pasa ahora a presa de gravedad tipo hardfill. Parece una especie de experimento, pues no hay ninguna
presa de gravedad de tipo hardfill en
España, aunque hay muchísimas presas de gravedad de otros tipos. El cambio se
justifica en el proyecto por razones económicas, pero hay que señalar que las presas de gravedad son fácilmente
recrecibles, y de hecho la presa de gravedad es el tipo de presa más
recrecido. En el valle del Ebro, tenemos ejemplos de recrecimiento de presas de
gravedad en el embalse de Las Torcas (río Huerva), en el de Irabia (río Irati)
y en el estrambótico recrecimiento de Yesa (río Aragón). En el conjunto de
España se han recrecido una treintena de presas de gravedad, y varios
centenares en todo el mundo. Con esto quiero indicar que nadie ha renunciado a
recrecer en un futuro la presa de Biscarrués y que el cambio en la tipología de
la presa podría explicarse por el hecho de dejar esa puerta abierta para la
siguiente generación de regantes, por si disponen de coyunturas más propicias
para el recrecimiento de la presa de Biscarrués. Un “Biscarrués recrecido” tal
vez podría ser llenado comprando o arrebatando derechos de agua a la central
hidroeléctrica de Marracos o a los regantes del Bajo Gállego, habría que hacer
números. Quizá todo esto es lo que ocultamente hay detrás del embalse de
Biscarrués, la posibilidad futura de un recrecimiento, ya que todo cobra sentido
entonces. Varias localidades podrían ser inundadas en tal caso, aunque eso históricamente
nunca ha sido un problema para Riegos del Alto Aragón, cuya prosperidad actual descansa
sobre las ruinas de las localidades de Lanuza, Búbal, Saqués, Polituara, Pardina
la Artosa, Jánovas, Lavelilla, Lacort, Cájol, Cámpol, Castellar, Ceresuela,
Gere, Ginuábel, Giral, Muro, Puyuelo, San Felices, San Martín, Sasé, Semolué,
Villamana, Clamosa, Lapenilla, Ligüerre de Cinca, Mipanas, Secastilla,
Abizanda, Arasanz, La Corona, Coscojuela de Sobrarbe, Gerbe, La Lecina,
Mediano, Ministirio, Morillo de Tou y Plampalacios. Cuando veo, con demasiada
frecuencia, a César Trillo lamentándose en la prensa de las hipotéticas
desgracias que se ciernen sobre sus representados si las administraciones públicas no se
pliegan a sus apetencias, no puedo evitar acordarme de estos desgraciados pueblos,
que nada malo hicieron, y que en nada se quedaron. Y a los que nadie les ha
dado ni siquiera las gracias.
En todo caso, si se sigue
adelante con el proyecto del embalse de Biscarrués, espero ver a César Trillo desviviéndose por los afectados de Biscarrués,
igual que ha hecho con los afectados del embalse de Almudévar, que como forman
parte del Sistema de Riegos del Alto Aragón, han recibido todo el cariño y apoyo
de su presidente. Espero ver a César Trillo reuniéndose con los afectados del
embalse de Biscarrués, yendo al Ministerio a Madrid y a la Confederación a
Zaragoza a interceder por ellos, reuniéndose también con el consejero Olona,
hablando con los alcaldes de la zona afectada, prometiéndoles regadíos como
compensación, aunque luego no se hagan.
Espero consecuentemente que las expropiaciones se paguen a precio de oro, como se
hace en Almudévar, a 21.500 euros la hectárea de secano. Porque si todo esto no
es así, algunos pensarán que César Trillo, el consejero Olona, la CHE y la ministra García Tejerina hacen gala de una extraña solidaridad
selectiva, que otros llamarán discriminación y que alguno habrá que dirá
que es una especie de supremacismo regante.
EL DESAFÍO FINAL
Nadie se atreve a discutir nada
de lo que vengo diciendo del flipante proyecto Biscarrués-Almudévar y de la inoportuna
extensión del regadío que se esconde detrás… Me refiero en particular a los
responsables del Ministerio de Agricultura, de Acuaes (empresa pública que
gestiona el proyecto de Biscarrués, hermana gemela de la corrupta Acuamed) y de
la Confederación Hidrográfica del Ebro, a las empresa proyectistas con sus
puertas giratorias (el Director General de SERS, Tomás Sancho, fue presidente
de la CHE, y ahora proyecta desde su empresa el embalse de Biscarrués y también
el de Barrón en Álava), a las empresas constructoras con sus comisiones del 3%
y, a la cabeza de todos ellos, al presidente de Riegos del Alto Aragón, D.
César Trillo Guardia. A todos ellos reto
públicamente a un debate técnico sobre todo lo que digo aquí, cuando quieran y donde
quieran. La primera vez que lancé un reto así, casi consigo debatir en
Huesca TV con César Trillo sobre el inviable embalse de Almudévar, pero
finalmente no asistió al debate
televisivo. En la víspera, alegó “problemas de agenda” y no fue capaz de
mandar a nadie en nombre de Riegos del Alto Aragón, por lo visto tenía cosas
más importantes que hacer que defender la viabilidad de sus reivindicaciones. Da
la sensación de que algunas personas se encierran en sus despachos por altivez
o por soberbia, o tal vez por cobardía, por ignorancia, o bien por corrupción.
En algún caso, puede que se junten varios de estos factores. Supongo que
piensan que teniendo la fuerza no hace falta tener la razón, lo cual puede que
sea verdad o no, ya lo veremos. Exculpando a los ignorantes y a los engañados, en todos los demás actores de esta vergonzosa
tragicomedia se observa bajeza moral.
Sólo queda pedir a Riegos del Alto Aragón que haga examen de conciencia para que se olvide de una vez del absurdo embalse
de Biscarrués, y deje en paz de una maldita vez al luchador Reino de los Mallos,
cuyo ejército defensivo crece día a día por fortuna, antes de que llegue la
sangre al río.
En Huesca, a 30 de mayo de 2017.
César González Cebollada.
Contacto: cesargon@unizar.es
En Huesca, a 30 de mayo de 2017.
César González Cebollada.
Contacto: cesargon@unizar.es
PD: La Coordinadora Biscarrués Mallos de Riglos ha convocado dos manifestaciones en contra del embalse de Biscarrués, el 15 de junio en Huesca y el 25 en Zaragoza. Es justo apoyarles, yo lo haré.
Gracias al profesor JA Cuchí y a la simpar Alodia por sus apreciaciones.
Muy bueno Cesar! Gracias.
ResponderEliminarPara los vecinos de Biscarrués y de toda la Galliguera dan ganas de llorar ver que esto tiene otra solución y que se empeñan en amargarnos la vida los caciques de la cúpula de Riegos del Altoaragón.... con el permiso de los políticos para los que somos ciudadanos de segunda clase pero no pasarán ni nos arruinarán.
ResponderEliminarCesar, Dejando a un lado sentimientos, ideologías y apreciaciones morales...tus argumentos técnicos son claros e indiscutibles. Animo a los vecinos de la zona
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